Aprovechando que tengo algo de tiempo y el descubrimiento de Jamendo comentado en la anterior entrada, voy a iniciar un nuevo proyecto, haciendo listas con la música interesante que encuentre por allí a modo de un programa de radio virtual con periodicidad incierta (como todo lo que hago). Música para dementes, para los que gustan de lo diferente, de los que tienen algo que olvidar y gustan de recordar. En fin, he aquí la primera emisión de La Radio del fin del Mundo, la radio que bebe cerveza.


En este primer asalto a las ondas virtuales he preparado un programa variadito: del soul-funk de Cereales Killers al metal-swing operístico (WTF!?) de Diablo Swing Orchestra, pasando por estilos más clásicos como el punk-rock de Houdini Roadshow o La Reaccion, el power-pop de The Heavens, el rock progresivo de Downlouders o marcianadas inclasificables como Crève Nuit o André Le Charcutier (definitivamente, están locos estos gabachos). Los italianos Rein, a los que dediqué la anterior entrada, repiten con otra canción del mismo excelente disco y Fingers Crossed traen un punk de tintes indies y futuristas con mucha energía. En total doce canciones, cantadas, gritadas, gruñidas o susurradas en español, inglés, francés, italiano y (supongo) sueco.

La primera y última canción son la sintonía de entrada y despedida a estos aproximadamente 40 minutos de música, que en principio espero repetir en sucesivas entregas, y aparte de cumplir su función temática, reflejan las dos vertientes que más disfruto de la música: el clasicismo con frescura (Juanitos con su latin-soul bailable) y la rareza radical y fascinante, imperfecta, pero con un factor hipnótico indefinible que hace que no puedas dejar de escucharla sin saber porqué (CoCoFka y su nana demente).

Así que sugiero sentarse, servirse el trago o sustancia psicoactiva de su elección, darle al play y disfrutar del viaje mientras suena La Radio del fin del Mundo, la radio que bebe cerveza.

One, Two, Three, Four!!